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Opinión sobre

la cultura al desnudo

DESNUDARSE HASTA QUE DUELA

Cuando era niño me hablaron de decir la verdad desnuda y muchas otras frases que colocaban al adjetivo, desnudo, como auténtico.

Crecí en un mundo de cuerpos cubiertos, en una sociedad de mentiras, de mentiras cubiertas, de cubrir lo siniestro, etc.

Debo admitir que me parece muchísimo más honesto, aún con sus defectos, subjetivamente hablando, ver  esos cuerpos desnudos que

cubiertos por el uso de las ropas de marca de moda, expresión de ideologías conservadoras. 

Me indagaron alguna vez si era pervertido por desear el desnudo artístico,

a lo que respondí que quien me consultaba debía reflexionar y si no concurrir a un buen terapeuta.

El cuerpo desnudo es arte en si mismo, no hablo de modelos perfectas/os.

Nunca es tarde remitirse al comienzo de la humanidad y decir que allí no se conocía la ropa, que de ser cierto lo que La Biblia dice,

el andar vestidos fue un castigo de Dios para los descendientes de Adán y Eva por la desobediencia de los mismos.

Desnudarse artisticamente es un momento, sublime quizás, inigualable para otros, pero el desnudo artístico se concreta como todo en la sociedad,

hay un alguien que se despoja de sus ropas y el desnudo alcanza su significado cuando el otro posa su mirada sobre ese cuerpo.

Hay, junto a esto, un segundo momento, cuando quien se desnuda no solo se exhibe sino decide avanzar y desnudarse de pieles mas entrañables,

desnudarse de prejuicios, desabotonarse los miedos y dejar sin cobertura sus re cuerdos. 

Pero qué y a quiénes alarman los desnudos? quiero decir con Lacán que a aquellos que necesitan controlar nuestros cuerpos,

hacer de los mismos objetos de una sociedad de opresión, castigar a quienes  no tienen el cuerpo que promueven las publicidades y los medios,

rechazándolos, marginándolos, expulsándolos del "paraíso" consumista.

No me asustan los desnudos artísticos, parafraseando al Indio Solari, todo preso es preso político,

todo cuerpo desnudo es cuerpo artístico, luego cómo y dónde se exhibe, es otro tema. 

Finalizo esta entrada diciendo algo que me gustó de Heinrich Heine, un poeta alemán (1797-1856),

"Bien mirado, todos nos ocultamos, completamente desnudos, en los vestidos que usamos" 

¿Será tiempo de quitarse los zapatos de falsedades, las medias de mentiras, las ropas de hipocresía,

y renacer en nuestros cuerpos liberados?,

que así sea!

RoNudis

ronudis@gmail.com / Julio 2016

RESEÑA DEL DESNUDO ARTISTICO

 

El cuerpo humano reflejado en una obra constituye un ideal de belleza que va cambiando con el tiempo.

El desnudo artístico es –especialmente desde las formulaciones clásicas de la Antigua Grecia– una representación

meramente estética de un objeto de atracción erótica.

Las esculturas de Miguel Ángel (una de ellas, David) son célebres por recrear el cuerpo humano en su perfección.

Pero también lo son “La Venus del espejo” de Velásquez, la “Maja desnuda” de Goya, o “La perla y la ola” de Paul Baudry,

por mostrar el cuerpo de la mujer con todo su esplendor.

La sexualidad relativamente implícita en estas imágenes es lo que aporta al desnudo ese carácter majestuoso y sobresaliente.

El desnudo es un género que, justamente por ser objeto de admiración o bien de condena y rechazo, ha sido prohibido en épocas de moral puritana.

Para muchos expertos, el hecho de que el Cristianismo tendiera a negar o reprimir la sexualidad en el hombre, y condenara el sexo

o lo placentero del sexo, ha hecho que el desnudo haya sido uno de los temas más atractivos y controvertidos para los artistas y el público.

Esta relación se ha nutrido inevitablemente de los tabúes y las prohibiciones, de las convenciones y el pensamiento moral de cada época.

Existe una gran relación entre la concepción que tiene una sociedad del cuerpo humano y la que tiene del desnudo.

 

Al servicio de la Iglesia durante muchos siglos, el arte de occidente conoce un cambio muy relevante en la época del Renacimiento.

El regreso a los ideales de belleza de la antigüedad clásica, un nuevo optimismo ante la vida y la convicción

de que el ser humano está hecho por Dios a su imagen y semejanza, legitiman una visión nueva del cuerpo desnudo

y éste se idealiza y embellece, se convierte en algo noble y magnífico.

Durante el barroco, las representaciones del cuerpo humano oscilan entre amables y coloristas desnudos,

alegorías mitológicas y carnes opulentas (Rubens, Tiepolo, Luca Giordano),

y un realismo extremo donde predomina lo claroscuro y la austeridad (Caravaggio y Rembrandt).

Frente a la represión y corrección académica que imperan durante las corrientes clásicas y el Rococó, entra en acción un artista como Courbet,

decidido a transgredir los límites de lo moralmente aceptado. Pinta un provocador cuadro al que titula "El origen del mundo".

Presenta el cuerpo femenino de una forma inaudita hasta entonces, lo que genera un notorio escándalo.

Otro artista provocador surge en el siglo XIX: Manet, quien realiza el retrato de una prostituta, recibiendo el regalo de un cliente.

No hay ningún tipo de pretexto alegórico que desvíe la atención de la crudeza del tema.

Cierta vulgaridad y sordidez impregnan el cuadro y el cuerpo de la muchacha no recibe ningún tratamiento dulcificador,

que evite al público contemplar aquello que prefiere no asumir. Irónicamente Manet titula el cuadro "Olympia", el nombre de una diosa.

Con Manet entran en movimiento artistas de la corriente impresionista como Edgar Degas

quien se preocupa esencialmente por la transcripción del movimiento y escenas llenas de vida y espontaneidad.

Degas se aleja voluntariamente de los cánones de belleza convencionales, optando por un tipo de cuerpo poco desarrollado, de adolescente;

y Renoir: uno de las más grandes intérpretes del cuerpo femenino quien se inspira de la “Afrodita de Cnido” para crear la "Baigneuse au griffon" (1870). 

Renoir y Caravaggio buscaban conciliar el clasicismo con un aire de realidad natural.

En el siglo XX y XXI, el desnudo gana protagonismo a través de la fotografía y los medios de comunicación de masas,

y llega incluso a aglomerar centenares y miles de personas entorno a un mismo proyecto.

El mejor ejemplo de esta “masificación de la desnudez” es el fotógrafo Spencer Tunick quien comienza en el año 1992

fotografiando personas desnudas por las calles de Nueva York y, tras una rápida popularización,

va citando a miles de personas en grandes ciudades.

RoNudis

ronudis@gmail.com / Julio 2016

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